Que noche rugosa se siente en los aires, luna llena, arboles
negros moviéndose en círculos mientras sus hojas mueven sus cabellos una y otra
vez. El camino, gris cemento, contorneado de rocas.
Me parece que correr no tiene un horario definitivo, más
allá del horario en el que el sol esta tan alto que es complicado tan solo
caminar por temor a un posible cáncer de piel, de noche me parece una buena
opción, aun a pesar que hay personas, podemos encontrar en el horizonte
oscuridad disipada por las luces de la autopista y de los autos que vienen y
van, como si fueran luces led moviéndose de un lugar a otro.
La gente no parece percatarse de que el cielo en las
ciudades no se puede apreciar tanto como fuera de ella, pero la gente haciendo
deportes parece no interesarles, hay cierta
desconexión entre ellos y la ciudad
cuando uno corre, lo sé porque lo vivo a diario, esta desconexión, nos permite
poder percibir y analizar nuestra vida, en esta ocasión venía haciendo eso,
pero de repente la gente parecía reducir su número, primero de ver 5 personas,
pasaron a ser 4, de 4 a 3 y así sucesivamente mientras iba por el camino hasta
llegar a 0 personas.
Mis trotar iba a velocidad media, nada rápido, podía sentir
las pulsaciones resonar otra vez, como si mi corazón entero fuera mi cuerpo y retumbara
en todo mi ser, podían sentir también mis rodillas recibiendo el impacto contra
el piso, tun tun tun…. Fue en ese momento de concentración cuando unos pasos
seguidos de una respiración profunda y tenebrosa se escucharon detrás avanzando
como si estuviera corriendo. No me atreví
a mirar, ni mucho menos voltear. ¿Qué ser de esa magnitud podría ser
este?¿Cuales son las razones por querer correr detrás de mi? El temor se
enpodero de mi, decidi correr normalmente y seguir avanzando y no seguir
pensando en eso.
Pensé en cada uno de los quehaceres de mi trabajo durante
esta semana, la cantidad de cosas para lavar y ordenar en casa, a fin de poder
ocupar mi mente en algo más, pero parecía no tener efecto, en mi mente empecé a
tejer historias para escribir también con la intención de escapar mentalmente,
ya que este podría ser solamente un juego mental en el cual me veía
involucrado. Pero a medida que avanzaba nada cambiaba, mientras más seguía, más constante y audible era ese ruido, mis ojos no
podían dejar de temblar. El camino oscuro no parecía terminar, no entendía como
2 kilómetros pueden tornarse tan eternos y asfixiantes ante esta presencia
maligna y desconcertante.
Paso a paso, pensaba en mi futuro tenebroso, quizá esta
figura me llevara a una dimensión desconocida, ¿quién sabe que intenciones
tendrá?, ¿será un alma en pena que solo busca asustar a la gente o será tan
solo un alma en pena que busca comprensión ante su dolor? Gran incógnita es
esta!
Quien hubiera pensado que pronto se develaria tal misterio,
mientras iba avanzando el camino la sombra iba haciéndose mas y mas grande,
pero a medida que se acercaba la figuraba dado una forma de mujer, mientras mas
avanzaba la imagen daba lugar a una mujer de 1.50 aparentemente con problemas
bronquiales que eran evidenciados en su respiración agitada al correr, mis
miedos se rieron de mi, yo mismo me rei de mi.