martes, 4 de enero de 2011
El anhelo de la Bola 8
Jugar al pool debo decir que es como un camino de idas y vueltas, no sabes en que momento va a haber mas oportunidades de meter las rayadas o lisas que te falten para al fin llegar a la codiciada y brillante bola 8, aunque al mismo tiempo siento un grado (para alguno quizá mínimo) de discriminación hacia la negra bola 8. Pero ¿sera tan así?
Pero que pasaría si la bola 8 tiene su justa razón de ser bola 8. Quizá alguna vez Impuso sus propias reglas, beneficiándose en el juego. ¿Imposible?...
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Calor es la palabra exacta con la que se pueda calificar una noche de verano. Donde los amigos rayadas, negra y lisas, de distintos colores pero del mismo palo definitivamente, se reunieron a jugar al "monopoly" una vez mas. Entre gritos y mal entendidos entre los amigos dentro del juego, fueron pasando las horas de la noche hasta llegar a la madrugada. Momento en el cual mas de uno ya estaba boqueando dormido en posición muy avergozante, pero aun el juego seguía en pie, ya que con vuelta y vuelta los jugadores cobraban su sueldo y tenían mas oportunidades de adquirir condominios entre otras cosas, pero también el latente riesgo de ir a la cárcel y esperar otro turno de salir o tener la posibilidad de sacar dados dobles de 6 para salir de la cárcel, pero esto tiene sus vueltas una vez en la bancarrota, hipotecaban sus propiedades, esto le daba mas gracia al juego,
La bola 8 había propuesto ser el banquero del juego y jugador a la vez, quien sospecharía de su persona si nunca había hecho nada malo, pero su color indicaba lo contrario, y su tranquilidad quizá fue "la calma que antecede a la tempestad". Como todo los demás jugadores tuvo también sus altibajos en el juego pero como antes mencionaba a la madrugada tipo 6 con la mayoría de los jugadores dormitando. La bola negra no dudo en tomar ventaja de su rol como banquero, empezó a robar plata muy discretamente, casi imperceptiblemente, si no hubiera sido por el silencio alertante entre turno y turno.
Finalmente llegando a las 9 am del día siguiente, se termino el juego. La Bola 8 había ganado indiscutiblemente, poseía todo los condominios, estaba lleno de plata, encima anhelaba mas.
Pero a diferencia de nuestro mundo real, en este mundo el monopoly no era tan asi como el juego que parecía ser, era la vida real, la concreta, la real, la diaria . Pero a quien le importa los temas del monopoly, a las 8 de la mañana cuando todo lo que prefiere uno es descansar en cualquier lugar.
Mientras que esto en el mundo real significo una sustitucion en el juego del pool, como consecuencia de esto la bola 8 paso a ser la ultima del juego, pero importante, quizá tener todo el dinero existente en el mundo lo pone a uno en esa posición la ultima, la abandonada. Esos, esos son los precios del poder...
Cristian V.
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