" Los años pasaron, mi querido Manuel Valadares. Hoy tengo cuarenta y ocho años y, a veces, en mi nostalgia, siento la impresión de que continúo siendo una criatura. Que en cualquier momento vas a aparecer trayéndome fotos de artistas de cine o más bolitas. Tú fuiste quien me enseñó la ternura de la vida, mi Portuga querido. Hoy soy yo el que tiene que distribuir las bolitas y las figuritas, porque la vida sin ternura no vale gran cosa. A veces soy feliz en mi ternura, a veces me engaño, lo que es más común."
Este es un libro que conquisto mi corazón e hizo derramar, en algunas partes, varias lagrimas de tristeza. Lo cual no esperaba porque solo lo habia leido con la sola intencion de saber de que trataba, ya que era un clasico, pero hoy por hoy concuerdo al maximo con esa denominacion de clasico para con el libro
El libro cuenta la historia de Zeze un niño precoz y tierno que viviendo en un ambiente muy carenciado en Brazil, el niño vive con una numerosa familia de varios hermanos junto con sus padres. Zeze tiene una planta de naranja lima, la cual para el niño es mas que una simple planta en vias de ser un arbol, para el niño es alguien y no un algo, ese alguien muy particular ya que es considerado uno de sus mejores y mas intimo de sus amigos. Como es caracteristico de todo niño, Zezé hace las mil y un travesuras, las cuales siempre se van acompañado de castigos a causa de las consecuencias de estas, esto de no deja de lado,siempre tiene su lado tierno, un lado que es caracteristico de un niño que esta empezando a descubrir el mundo, que pronto se topara con una parte del mundo desconocida para el hasta ese momento, un parte que todo el planeta conoce, una parte que se llama dolor, no el fisico, sino el dolor abstracto que esta en el interior y que nadie mas sabe menos el. Un libro forrado de ternura desde las palabras del principio hasta las palabras del final.
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