lunes, 4 de octubre de 2010
Diferencias
Nunca han sentido por la mañana que cuando te levantas sentís que no estas listo para “Ser levantado y hacerle frente al día” quizás porque te acostaste tarde al salir con tus amigos anoche, quizás porque tenés insomnio. Pueden ser tantas las razones para el duro despertar (las cuales siento pereza de escribir), pero imagínenselas, no es muy difícil, saben.
Eso mismo sintió Joaquin pero no Anabel. Joaquin y Anabel, los mellizos de los Sánchez, niños comunes y corrientes pero a la vez peculiares en su manera de vestir, tanto así que a veces se ponían ropa del mismo color, solo para identificarse uno con el otro y a veces cuando salen de paseo con sus padres tratan de combinar la ropa para ser “uno” a simple vista, para que se den cuenta del lazo familiar.
Una noche como cualquier otra ambos se fueron a dormir, a diferentes piezas cada uno (esta demás decir) pero con pijamas similares. Durmieron temprano, cuando digo temprano estoy hablando de las 22.30 hs. Una cosa mas también sintieron en común los niños esa noche, ambos sintieron que esa noche fue mas largo de lo debido, ya coincidieron esa vez con el mismo sueño.
En su sueño, los 2 estaban de frente a un gran salón con toques de la época a principios del siglo XX, del salón al costado derecho, había un pasillo lleno de habitaciones, tantas que no se alcanzaba a ver el final del pasillo. Los niños empezaron a correr a través de de el, porque tenían la sensación de que uno de esas habitaciones conducía a la salida del lugar y por ende al fin del sueño. El ir cuarto a cuarto buscando la salida, era muy cansador, llevo horas. Finalmente estando en la habitación 564. Ambos estaban muy cansados, así que Anabel pidió que pararan, a lo que Joaquin tuvo que aceptar ya que posiblemente la niña podría haber desmayado. Decidieron descansar por unas horas, con la idea en mente de que se iban a quedar atrapados para siempre, ya que era muy desesperadamente la idea esa, de estar solos en un lugar que no sabían ubicar en el globo terráqueo de sus habitaciones. Empezaron a llorar desconsoladamente por su triste destino, la tristeza se hizo tan liquida que acabo por llenar no solo las habitaciones de agua sino también los pasillos y consecuentemente el gran salón, todo era un mar de lagrimas, los niños empezaron a reír repentinamente, zambulléndose, y nadando por un rato largo, pensaron que el agua en algún sitio tienen que desembocar y quizás ese lugar los guiaría a la salida. Y así fue, ese momento fue como si alguien hubiera destapado el tapón de una pileta de lavar ropas, los chicos fueron succionados de poco, lentamente y en forma de círculos hasta desaparecer del lugar, momento donde todo pareció tornarse negro absoluto, momento donde ellos no sabían si seguían durmiendo, si es que se habían despertado y las luces permanecían apagadas o simplemente habían muerto en el intento de escapar del eterno sueño de dicha noche.
De repente Joaquin se despertó exaltado, pero con una pereza de levantarse inimaginable, El niño miro a todos los lados de la habitación, nada parecía haber cambiado, todo seguía igual a la noche anterior. Era lunes un día de clases, pero cuando miro el reloj de pared de su habitación y se dio cuenta que eran las 12.49 PM. Bajo corriendo las escaleras, para ver quienes estaban en su casa, y en la cocina estaba su mama, cocinando a las apuradas.
- Má! ¿Por qué no me despertaste temprano para ir al colé? ¿Qué paso con Anabel?
Pregunto el niño, asustado por el extraño paradero de su hermana.
- Anabel? Ella se fue al colegio, muy temprano, estaba muy feliz cuando la vi., tanto así que esta vez decidió ir en colectivo al colegio y no en el auto con tu papá. Y no te quise despertar, porque vi que estabas teniendo pesadillas, a veces prefiero que ustedes encuentren las salidas a sus pesadillas, para que así puedan buscar soluciones por su cuenta a lo largo de sus vidas – Exhalo fuertemente.
- Ya veo, Gracias Má, pero mas que pesadilla fue una aventura, fui el aventurero que siempre quiero ser.
Joaquin ese día sintió que ser diferente de su hermana, no estaba tan mal como suponía esa tarde se quedo jugando juegos de aventuras en su consola de video juegos, se podría decir que estaba jugando con pesadillas, pero mas controlables.
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