¿Fue
un juego de planetas? ¿Se enloqueció el cosmos y decidió traernos de
una lejana dimensión para que nos halláramos en el lugar en el cual
estamos hoy?
Quizás, un simple juego de azar. Pero… ¿Acaso somos meros objetos de un colosal juego de dados?
Todo
tiene un principio, todo tiene un final, pero ¿de dónde proviene ese
principio? Y ¿quién determina cuando será el final? Se fija nuestra
existencia, por hechos aislados que luego hallan un enlace por las
circunstancias del destino, o ¿es nuestra vida una construcción de
aciertos y desaciertos, que luego tropiezan en una forma correcta de
ordenarse? …preguntas y más preguntas, Lo más maravilloso es que para el
que acepto el perdón de Dios atreves de Jesucristo, todas estas
preguntas ya le fueron contestadas, porque en su corazón siente, una
nueva vida, que le abre los ojos, y le despoja de sus barreras, para ver
lo que otros no ven.
Como hombres, nos preguntamos a veces,
porqué acontecen los sucesos que nos desconciertan. Sé que muchas veces,
Nos preocupamos, y afligimos al alma con decisiones e imprevistos.
Muchos se encierran en sus propias dudas, aferrándose a cosas que son
pasajeras, y que no tienen provecho en sí. Pero el que Cree en Dios,
para él todas las cosas le son posibles…llega un momento en que nos
damos cuenta de nuestra insignificancia, y Ante tal confusión, recuerdas
, que aquel que te encontró perdido, puede llevar nuestras cargas, y
conoce nuestros pesares.
Si ponemos toda nuestra ansiedad sobre nuestro creador, hallaremos descanso para nuestras almas.
Cada
día Disponemos nuestros caminos, pensamos, formulamos, pero el endereza
nuestros pasos, y nuestras veredas. Llegue a entender que Soy parte de
una inmensidad, que me pertenece, por haber encontrado en Cristo un
privilegiado lugar, me corresponden las galaxias, el cielo azul, el
canto de un Ave, el aroma de una flor, la sonrisa de un amado, todo es
mío, no porque lo gané por decencia, sino porque su misericordia nos lo
alcanzó.
¿Que pedir o que querer ganar? ¿Que buscar, o que pretender reemplazar?,
Si
ya estoy completo en su divinidad. Inalcanzable dádiva para el hombre
natural, y locura a su entender, Pero tan cercano para el espiritual.
Pues para este ser nuevo, No hay misterio que le sea oculto, la
maravilla de lo desconocido se le presento, de manera que no puede
negar, Que hay algo más allá de lo que se puede ver.
Dicen que hay conclusión, Más no hay fin, para el que ve más allá. Pues tendrá vida eternal.
La
vida, es una caja llena de tesoros por explorar, Es una fuente que
salta inagotablemente para saciar, a quien quiera en ella calmar su sed.
Solo
de pensar, que esa vida se nos dio a vivir y gozar, por su fidelidad,
no hay palabras para agradecer tan grande regalo, ¿Cuándo podrá el
hombre igualar tal obsequio? Y… ¿que podrá entregar como recompensa por
lo recibido?
Cosas que ojo nunca vio, ni oído escuchó, está
preparado para los que le aman. Él escondió los misterios de los sabios y
entendidos del presente, para manifestarlos a personas humildes, de
corazón arrepentido y humillado, de vidas limpias por el perdón, y
cambiadas por el sacrificio de Jesús.
No hay más que agregar, no
estamos aquí, por casualidad, nos vio, nos conoció, nos predestino, nos
llamó, para que en este tiempo, seamos coparticipes de las riquezas de
su gracia, manifestadas en Cristo Jesús, ¿y si con el nos dio todo lo
que poseemos, como no nos podrá dar con Él también todas las cosas que
deseamos?, si nada nos puede separar, de lo que se nos dio, el gran amor
, que se Derramó por la humanidad, solo nos queda respirar con una
inconmensurable paz, y en sus manos descansar.
Somos colaboradores
de aquel que posee el mundo en sus manos, y ministradores del preciado
don de la salvación y la reconciliación del hombre con Dios. ¿Qué
posición verdad?, ya es hora que le digamos esto, en nuestro diario
andar, a este duro corazón, que no lo logra entender y de momentos, a
ratos, se pierde en sinuosidades, que lo confunden, lo entristecen, y le
hacen perder el tiempo. Sé que no soy de aquí, pero muchos buscan que
me logre debilitar para caer. Pero fiel es el que me prometió, que no me
dejara, sino que en sus manos me prosperara hasta que llegue al pleno
conocimiento de Cristo Jesús. Pues lo que hoy conozco, lo conozco en
parte, pero un día conoceré como fui conocido.
By Melisa Ortega