Siempre hay una manera de ganar dinero, si uno busca la manera. Uno fácilmente puede vender mapas para el colegio, chocolates en el colectivo, vender café caliente en vasitos de plástico, vender de bolsas de hielo o simplemente vender juguitos a $0.15 cada uno. Esta última era mi manera de ganar dinero a mis pocos años de edad, entre mis 8 y 11 años. Un niño tiene muchas ambiciones, saben.
Recuerdo comprar los ingredientes con mamá en el supermercado. La leche, el cacao en polvo y el yogurt eran infaltables, pero sin olvidar las bolsitas de plástico larguitas para prepararlos juguitos.
Solía prepararlos tipo 23 hs por la noche, para tenerlos listos y venderlos de mañana. Por si algún cliente viene y pedía uno de mañana, porque acá el gran calor típico del verano norteño, usualmente es insoportable.
La sola idea de hacer juguitos de varias sabores (unos de yogurt de frutilla, vainilla o de chocolate) me agradaba, era como jugar con la comida y ni que hablar de las ganas que tenia de tomarme uno, antes de venderlo. Aunque debo confesar que de vez en cuando me tomabá uno.
Llegar al $1 era difícil, había que vender más de 7 para poder llegar a ese monto, pero la sola idea de que con cada centavo faltaba mucho menos, me excitaba. Del peso llegar a los 2 y así sucesivamente. Con eso podía comprarme lo que quiero (aunque no realmente)
A medida que uno crece es como si las monedas empezaran a valer menos para nosotros (quizá realmente es así como tiene que ser).Hoy por hoy siento que no ganaba nada con la venta, pero aun así estaba encantado, tenia muchas ambiciones. Pero a mis 21 años, no tengo tantas, no se si eso es bueno o no, pero se que a medida que crecemos vamos amando menos cosas, las necesarias, las esenciales.
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